Vais a pensar que estoy obsesionada con las puertas porque siempre acabo hablando de ellas, pero es que el peso que tienen dentro de la decoración de interiores es importantísimo. Por eso, hoy mismo, tras haber comentado ya las puertas pantografiadas e incluso cómo decorar con puertas negras, ha llegado la hora de hablar del lacado de puertas, ¿sabéis qué es? ¡Vamos allá!
¿Qué es lacar puertas?
El lacado de puertas de madera es una técnica a través de la cual se aplica a la superficie un esmalte o laca que le confiere a la pieza un acabado uniforme y suave, que además es adaptable a diferentes colores.
Normalmente el acabado más solicitado es el blanco y no es para menos. Este acabado le da a cada estancia sensación de luminosidad, por lo que es una de las mejores opciones para conseguir espacios que brillen por sí mismos. Además, combinar un acabado lacado de puertas en blanco con el resto de decoración te resultará facilísimo.
Si quieres una recomendación, solicitar los lacados de puertas a profesionales en un taller de carpintería y ebanistería es mejor que ponerte con el Do It Yourself. Al final se necesita bastante tiempo para preparar la superficie y se requiere una serie de disolventes y productos que es mejor aplicar de manera profesional para que lo hagan con seguridad y además los acabados sean perfectos. Dicho esto…
¿Qué es mejor lacar puertas de madera o pintarlas?
Acabados
Como comentaba antes, la laca proporciona un acabado liso y uniforme, no se sabe a simple vista si la puerta es de madera u otro material, ofrece una apariencia más elegante y profesional en comparación con la pintura, que puede tener textura o marcas de pincel o incluso dejar ver que la puerta es de madera.
Durabilidad
La laca forma una capa protectora resistente a los arañazos, manchas y al desgaste general, por lo que es muy duradera, más que la pintura. Esto significa que las puertas de madera lacadas soportan mejor el paso de los años y el uso diario que le damos a este elemento, todo sin resentirse, ¡tendrás puertas para rato!
Por si esto fuera poco, la superficie lacada permite que la suciedad y el polvo se eliminen con facilidad, simplemente con un paño húmedo, sin que se dañe el acabado. Por su parte, la pintura es mucho más delicada, por lo que a la hora de limpiarla tenemos que tener mucho más cuidado.
Precio
El lacado de puertas es algo más caro que sencillamente coger un bote de pintura y aplicarlo en la puerta, pero al final el importe de diferencia se amortiza en el resultado y la durabilidad. La pintura con seguridad tendrás que sustituirla antes, acabará dando un aspecto más feo y tendrás que cambiarla antes de lo que lo harías con las puertas de madera lacadas.
Como en todo lo que te cuento, la elección final entre lacar o pintar las puertas dependerá de tus preferencias personales y de tu presupuesto, pero si yo tuviera que apostar, lo haría por lacar las puertas. ¿Qué tienes tú en mente?