Si tienes un jardín o una terraza en casa seguramente sabes lo importante que es disponer de un espacio exterior cómodo y acogedor. Hay muchas opciones para crear un área con sombra, el año pasado hablamos ya de los diferentes tipos de toldos, pero si quieres ir un paso más allá, hoy tienes que conocer los tipos de pérgolas que existen en el mercado.
Así, podrás crear un área protegida del sol y la lluvia, y además pueden ser una estructura decorativa y atractiva para tu espacio exterior. Te los quiero explicar un poco para que puedas elegir la que mejor se adapta a tus necesidades, gustos, estilo de vida y cómo no, a tu bolsillo. Ya verás que desde las tradicionales pérgolas de madera hasta las modernas pérgolas bioclimáticas ¡hay una pérgola para cada hogar!
¿Qué es una pérgola?
Antes de meternos en harina, una pérgola es una estructura al aire libre que consiste en columnas que soportan vigas y/o celosías para crear una cubierta abierta, cerrada o que puedas alternar.
Los diferentes tipos de pérgolas también pueden contar con una estructura decorativa y por norma general pueden ser personalizadas. Así, las pérgolas son perfectas para tener un jardín cómodo, acogedor y estético ya quieras poner debajo una mesa con sillas de exterior, una cama balinesa o sencillamente la uses para poner tu toalla después de darte un baño en tu piscina con cascada.
¿Qué tipos de pérgolas existen?
Pérgolas de madera
Estas serían las más populares y tradicionales. La madera es un material cálido, natural y duradero que puede adaptarse a cualquier estilo de jardín, por lo que es muy sencillo encontrar el modelo ideal.
Además, esta puede variar en especie y calidad, desde maderas blandas como el pino o el cedro hasta maderas duras y exóticas como el ipe o el roble. La elección puede afectar tanto al coste como a la apariencia y durabilidad de la estructura, así que aquí ya estarías jugando con el rango de precio.
Sobre esto último hay otro aspecto que puede repercutir y es que se pueden encontrar con varios acabados o tallados y también con otros detalles decorativos. En general, estos tipos de pérgolas, sean de la madera que sean, son una excelente opción para quienes buscan un diseño clásico, rústico y duradero para su jardín.

Pérgolas con enredadera
Voy a añadir esto a los tipos de pérgolas porque aunque no sea un tipo de material en sí, hay muchas cuestiones a tener en cuenta. La primera que aquí la estructura puede ser variable, aunque las de madera son las más populares debido a que las plantas trepadoras se adhieren mejor a este material.
La segunda, para quien no sepa de qué hablo, es sencillamente una pérgola cubierta con una planta trepadora, conocida como enredadera, para proporcionar sombra y privacidad. Esta opción es muy atractiva ya que las plantas trepadoras no sólo añaden confort y belleza a la pérgola, sino que también ayudan a aromatizar el ambiente. Eso sí, hay otra cosa más que hacen: atraer a la fauna local. Es decir, si no te gustan los bichos, ni se te ocurra poner una. ¿Sí te apetece tener una? Considera que no dispondrás de sombra inmediata pues necesitas tiempo para que la planta crezca. El proceso sería el siguiente:
Tienes que elegir la enredadera que deseas poner ya sea en función de su aspecto o cuidados. Algunas opciones comunes son glicinas, jazmines o hiedras. Lo primero que se debe hacer es plantar la enredadera cerca de la pérgola, para que sus tallos crezcan y puedan trepar por las columnas de la estructura. Luego, se pueden guiar los tallos con la ayuda de cuerdas o ganchos hasta que alcancen la parte superior de la pérgola. Una vez allí, las ramas y hojas de la planta crecerán libremente y cubrirán la estructura, creando un techo de hojas y flores que proporcionará sombra y frescura al área debajo de la pérgola.

Pérgolas de lona
Una pérgola de lona es aquella que utiliza una lona tensada para crear la cubierta. Son una magnífica opción para quienes buscan una solución de sombra y protección solar fácil de instalar y, además, económica. Una de las cosas que más me gusta de estos tipos de pérgolas es que si son de lona retráctil puedes elegir en todo momento si necesitas sol o sombra.
La lona utilizada en las pérgolas puede variar en color, textura y grosor, y puede ser resistente a los rayos UV y al agua para una mayor durabilidad. También puede ser reemplazable, lo que permite cambiarla cuando se rompa o incluso la apariencia de la pérgola con facilidad, lo que supone una gran ventaja.
Pueden ser una opción ideal para patios, terrazas y jardines pequeños, ya que no ocupan mucho espacio y son fáciles de instalar y desmontar. Además, su diseño moderno y minimalista puede complementar cualquier estilo de decoración al aire libre. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las pérgolas de lona pueden ser menos duraderas que otros materiales y pueden requerir reemplazo o reparación con el tiempo.

Pérgolas de obra
Aquí hablamos de una estructura permanente construida con materiales sólidos como el cemento, ladrillos, piedra o con remates de madera. A diferencia de las pérgolas de madera o de lona, las pérgolas de obra están diseñadas para durar muchos años y soportar las condiciones climáticas extremas.
Las pérgolas de obra se construyen en el lugar donde se instalarán y se pueden personalizar para adaptarse a las necesidades y gustos del propietario. Pueden tener diferentes formas, tamaños y diseños, y pueden incluir características adicionales como bancos, estantes o macetas para plantas.
La construcción de una pérgola de obra es un proyecto complejo y requiere de habilidades de construcción y conocimientos técnicos. En general, se comienza con la excavación de una base sólida para los pilares o columnas que sostendrán la estructura, seguido de la construcción de los pilares y vigas principales. Luego, se añaden los detalles decorativos y se termina la superficie con un acabado resistente a la intemperie.
A pesar de que la construcción de una pérgola de obra puede ser costosa y requiere mucho tiempo y esfuerzo, esta opción puede añadir un valor significativo a una propiedad y proporcionar una estructura duradera y resistente que se disfrutará durante muchos años. En resumen, puede ser menos sofisticada que otras opciones, pero tendrás pérgola para rato.

Pérgolas de cañizo
Con estos tipos de pérgolas me refiero a una estructura de pérgola que utiliza cañas o varillas de bambú tejidas para crear una cubierta natural. Esta opción es ideal para los que deseáis una solución con apariencia rústica y natural.
Las cañas de bambú se entrelazan y se fijan a la estructura de la pérgola para crear una superficie irregular y desigual que permite que la luz del sol se filtre a través de las brechas, creando una sensación muy agradable, eso sí, si llueva cuenta con que te vas a mojar.
La caña usada en las pérgolas puede variar en grosor, color y textura y son una de las primeras opciones cuando se quiere conseguir un espacio con look tropical.
Aunque las pérgolas de cañizo no proporcionan tanta protección solar como otros materiales son una opción económica que agrega un toque único y natural a su espacio exterior. Además, las cañas de bambú son una opción sostenible y ecológica ya que se pueden renovar rápidamente y son biodegradables.

Pérgolas bioclimáticas
Ahora llegamos al modelo que más fama está adquiriendo en los últimos años: las pérgolas bioclimáticas. Estas cuentan con una estructura diseñada para adaptarse a las condiciones climáticas del entorno y proporcionar un ambiente cómodo al aire libre en cualquier época del año. Esta opción es perfecta para los que queréis una pérgola que no solo ofrezca sombra, sino que también regule la temperatura y la ventilación en función de las necesidades, incluso en invierno, eso sí, sería la opción más cara.
Las pérgolas bioclimáticas están equipadas con lamas ajustables, que permiten la entrada de luz solar y el flujo de aire, pero que también pueden cerrarse en caso de lluvia o viento fuerte. Dichas lamas también se pueden orientar en diferentes ángulos para permitir la entrada de luz solar en invierno, mientras que en verano se pueden cerrar para bloquear la luz del sol directa y mantener la zona fresca.
Además, estos tipos de pérgolas también pueden estar equipadas con otros elementos como sistemas de iluminación, de sonido, calefacción y sistemas de riego automático. Algunas opciones avanzadas incluso pueden estar controladas por un sistema domótico, que permite controlar la pérgola a través de un teléfono inteligente o un dispositivo.
Ya os he hablado en otra ocasión de que las pérgolas bioclimáticas tienen inconvenientes y ventajas, como todo en esta vida, pero en resumen son perfectas para aquellos que dispongan de presupuesto y busquen una pérgola versátil que pueda ser utilizada en cualquier época del año y que proporcione un ambiente cómodo y agradable al aire libre.
En conclusión, como puedes ver existen diferentes tipos de pérgolas que se adaptan a las necesidades y gustos de cada persona. Una pérgola puede ser una gran inversión para crear un espacio al aire libre más atractivo y funcional y es importante evaluar las diferentes opciones disponibles antes de elegir la que mejor se adapte a sus necesidades. ¿Tienes la tuya?