No nos vamos a engañar, esta no es la actividad más divertida que se puede hacer en casa, pero hay que hacerla. Pasar por ella de la manera más rápida y efectiva posible es sin duda la mejor opción así que, si te estás enfrentando al dilema de cómo limpiar las baldosas del baño para que no sea un sufrimiento, te lo cuento.
¿Con qué limpiar las baldosas del baño?
Esto va a depender en gran medida de dos cosas: primero, el nivel de suciedad acumulado. Segundo, el tipo de revestimiento de tu baño. No es lo mismo limpiar baldosa que azulejos autoadhesivos para el baño, con los que necesitarás más cuidado, o incluso una mezcla de baldosa y pintura o similar.
En el caso de la suciedad, si has sido responsable y no se ha acumulado mucho, puedes usar remedios caseros infalibles, como la mezcla de agua y vinagre blanco. Si se ha descuidado un poco la limpieza de este espacio, lo mejor es que recurras a productos específicos de limpieza, como algún que otro famoso desengrasante que siempre es muy socorrido para cualquier tipo de limpieza.
Recuerda que el bicarbonato de sodio te puede ayudar a sacar manchas de lugares difíciles, así que echa un vistazo antes por si lo necesitas. También puede ser buena idea recurrir a tu cepillo de dientes de limpieza para que el resultado sea espectacular. Lo importante es que no mezcles productos elijas lo que elijas, no quiere provocar por error ningún tipo de reacción química.
También necesitarás un par de bayetas, una esponja dependiendo de si necesitas frotar, un difusor de spray para tu mezcla, un cubo con agua y un poco de ánimo, que con los materiales y buena planificación no tardarás nada y el resultado será de lo más satisfactorio.
Cómo limpiar las baldosas del baño: 5 pasos
1 – Hazte con el material
Ahora ya sabes todo lo que necesitas para dejarlos relucientes y te queda saber cómo hacerlo de manera rápida. Como siempre, la planificación es clave y tienes que hacerte con todo el material. Son cosas que tenemos por casa normalmente, pero créeme, asegúrate antes de empezar de tener suficiente de todo porque no te quieres ver en la situación de tener que bajar a comprar al súper mientras estás en “modo limpieza”.
2 – Despeja la zona
Para facilitarte el trabajo lo mejor es que quites de golpe todo lo que tengas por el baño. Pequeños objetos, repisas ligeras que se puedan extraer, el cubo de la ropa sucia, la báscula o cualquier tipo de objeto auxiliar que tengas por ahí, ya sea un toallero o el soporte para el papel higiénico. Al quitar todo esto y despejar el baño podrás limpiar de golpe todas las paredes sin miedo a manchar con los productos de limpieza el resto de utensilios. Además, si alguien te echa una mano limpiando esos objetos que has quitado, mejor que mejor, así no tendrás que hacerlo tú al devolverlos a su sitio.
3 – Pulveriza el producto elegido
Aunque el paso anterior no parezca importante, cuando lo pruebes te darás cuenta de que es infalible a la hora de saber cómo limpiar las baldosas del baño pues ahora, sin preocupación alguna, puedes rociar las paredes con la mezcla que hayas elegido. Ayúdate de la bayeta o la esponja para limpiar bien cada azulejo. Si hay alguna mancha que se resista, recuerda usar el cepillo o la esponja.
4 – Alcara con una bayeta húmeda
Una vez que tengas una pared bien frotada, ve aclarando el producto con una bayeta de microfibra limpia y húmeda. Asegúrate desde diferentes ángulos de que no veas restos de suciedad, pues los brillos de la iluminación pueden ser muy traicioneros. Da varias pasadas si es necesario para eliminar los excesos de producto de limpieza y, si ya no ves restos ni brillos extraños, ¡llega el siguiente paso!
5 – Seca los restos
Aunque parezca que está limpio lo mires por donde lo mires, mi consejo es que reques los azulejos. Puedes hacerlo con otra bayeta de microfibra limpia y seca. Si te das cuenta casi siempre es recomendable con ese tejido pues no suelta fibras que se puedan llegar a quedar pegadas algo que, después de haber aprendido cómo limpiar las baldosas del baño de manera rápida y eficaz, no quieres que pase.
Vuelve a poner todo en su sitio y disfrutarás de un cuarto limpio y reluciente. No te olvides de hacer esto cada poco tiempo y no tendrás que dedicarle mucho esfuerzo a cada baldosa, siendo un trago fácil de pasar. Como de costumbre, una limpieza regular es la clave para que disfrutes de espacios limpios y sesiones de limpieza más relajadas, ¡te lo aseguro!