La decoración de una mesa de centro es un dolor de cabeza para muchos y, a su vez, una de las piezas claves en cualquier sala de estar. No solo es un punto focal en el diseño del espacio, sino que también tiene un papel funcional, ¿dónde vamos a dejar el mando de la tele o el té de la tarde? La cuestión es que saber qué poner encima de una mesa de centro y encontrar el equilibrio adecuado entre estilo y funcionalidad puede ser un complicado.
Si la sobrecargamos con cosas, la mesa parecerá siempre desordenada y parecerá poco funcional; si la dejamos vacía, parecerá un solar y el espacio puede sentirse incompleto. Por eso, hoy quiero que juntos veamos cómo encontrar el equilibrio para decorar una mesa de centro y que sea justo lo que buscabas.
Cómo lograr un equilibrio perfecto en tu mesa de centro
El primer paso para decorar una mesa de centro de manera efectiva es comprender que no todo se trata de agregar objetos. En realidad, menos es más cuando se trata de lograr una mesa bien equilibrada. La clave está en seleccionar cuidadosamente los elementos que coloques y asegurarte de que complementen el resto del entorno.
Considera la funcionalidad sin perder el estilo
Una mesa de centro debe cumplir dos cuestiones importantes: la funcionalidad y el estilo. No solo es un espacio decorativo, también sirve para colocar bebidas, controles remotos, libros y otros objetos cotidianos. Para encontrar el balance adecuado, asegúrate de que los elementos decorativos no interfieran con la utilidad de la mesa. ¿Quieres saber qué poner encima de una mesa de centro?
Bandejas decorativas
Las bandejas añaden un toque de estilo y también son prácticas para organizar los objetos que utilizas con frecuencia. Además, te permiten recoger todo de una sola vez si necesitas despejar la mesa.
Libros de tapa dura
Los libros son un excelente recurso decorativo, especialmente si tienen tapas llamativas. Elige dos o tres libros que combinen con el estilo de tu sala y apílalos uno encima del otro para crear diferentes alturas. Si además coincide con alguno de tus libros favoritos, ¡lo tendrás siempre a mano para releer!
Velas o difusores de aromas
Agregar una vela, pero qué esté limpia, o un difusor no solo contribuye al ambiente visual, sino que también añade un elemento sensorial que nos ayudará a sentir más confort en nuestra propia casa. Opta por velas de diseño sencillo para no saturar el espacio.
Plantas pequeñas
Las plantas son una opción perfecta para añadir frescura y vitalidad a tu mesa. Las suculentas, por ejemplo, son de bajo mantenimiento y no ocupan mucho espacio, siendo ideales para este tipo de superficies.
Mantén una paleta de colores coherente
Ya sabes qué poner encima de una mesa de centro y quizá pienses, “pero si es justo lo que ya tengo”. Bien, pues puede que el error entonces no sea qué tienes puesto, sino los tonos elegidos.
Al igual que en cualquier otra área de decoración, mantener una paleta de colores consistente es crucial para evitar que tu mesa de centro se vea desordenada o fuera de lugar. Idealmente, los objetos que coloques encima de la mesa deben complementarse entre sí y con el resto de la decoración de la sala.
Colores neutros
Si no estás seguro de por dónde empezar, una paleta de colores neutros siempre será una apuesta segura, es un salvavidas en decoración. Tonos como el blanco, beige, gris, greige y negro son versátiles y se integran bien con cualquier estilo de decoración.
Contraste moderado
Aunque es importante seguir una paleta de colores coherente, no temas introducir un toque de color a través de uno o dos elementos llamativos. Un jarrón en un color vibrante o una planta con hojas de tonalidades intensas pueden ser el toque de vida que tu mesa necesita, sin caer en el exceso.
Materiales texturizados
Introducir diferentes texturas también es una forma excelente de agregar interés visual sin sobrecargar el espacio. Combina elementos en vidrio, cerámica, madera o metal para crear un conjunto armonioso. Eso sí, elige alguno, no los pongas todos, que entonces saturamos.
Las reglas del “tres” y del espacio negativo
Una regla comúnmente utilizada en el diseño de interiores es la «regla del tres», que sugiere que los objetos se ven mejor cuando se agrupan en números impares. Tres elementos clave bien seleccionados pueden hacer que tu mesa luzca estéticamente agradable sin sobrecargarla. Los números impares tienden a ser más atractivos a la vista y menos predecibles, lo que resulta en una decoración más interesante.
Además, es crucial no olvidarse del espacio negativo, es decir, las áreas vacías de la mesa. Dejar algunos espacios libres alrededor de tus objetos decorativos es igual de importante que los objetos en sí. Un exceso de objetos puede hacer que la mesa se sienta abarrotada, mientras que un buen equilibrio entre lo lleno y lo vacío transmite serenidad y orden.
¿Quieres un ejemplo de qué poner encima de una mesa de centro y que se cumpla esta regla? Vamos allá:
- Un libro de arte o revista grande: Funciona como base decorativa.
- Un jarrón pequeño con flores frescas o secas.
- Una pieza escultórica o velas altas para añadir altura.
Juega con las proporciones y alturas
Una mesa de centro que luce plana y aburrida puede ser revitalizada al jugar con las proporciones y alturas de los objetos. Mezcla elementos altos y bajos, anchos y estrechos, para añadir dinamismo visual. ¿También quieres ejemplos? ¡Aquí los tienes!
- Jarrones altos combinados con objetos más bajos, como bandejas o libros, añaden interés visual.
- Colocar objetos de diferentes tamaños y formas, como un candelabro alto y un plato decorativo ancho, evita que la mesa se vea monótona.
- Introducir elementos redondos y angulares puede crear una sensación de equilibrio en cuanto a las formas.
Es importante que todo mantenga una proporción adecuada al tamaño de la mesa. Si la mesa es pequeña, evita objetos muy grandes que la hagan lucir desproporcionada.
Accesorios personales y toques finales
Finalmente, a la hora de saber qué poner encima de una mesa de centro para añadir un toque personal, considera incluir elementos sentimentales, como una foto con un marco que encaje en el conjunto, o piezas decorativas únicas que reflejen tu personalidad y estilo de vida. ¿Por ejemplo? Una pieza antigua o llamativa que tenga que ver con tu trabajo o con una pasión o afición que tengas. Así, la mesa, además de estar equilibrada, destilará personalidad por los cuatro costados y, ¡acertarás seguro!
Otra cuestión que te puede resultar interesante, aunque no es estrictamente necesario, es cambiar la decoración en función de la estación o si hay alguna festividad (Halloween, Navidad, San Valentín…), ya que hacerlo puede darle frescura al ambiente y no te cansarás de tener siempre los mismos objetos a la vista. Puedes cambiar elementos como las flores, velas o colores para que reflejen la estación del año, añadiendo un toque estacional sin mucho esfuerzo.
Ten en cuenta que estos elementos deben ser seleccionados cuidadosamente para que no parezcan fuera de lugar. La clave está en mantener la coherencia visual y no llenar la mesa con demasiados objetos. Menos es más cuando se trata de decoración.